viernes, 1 de octubre de 2010

"Me has hecho pupita, mamá", versión, hecha por bufones, de "Las Bacantes" de Eurípides


Reparto: Raquel Alonso, Alex Amaral, Ruth Cabeza y Ana Moreno. Dirección: Arturo Bernal.
Lo importante es que el público se identifique con la tragedia. Traerla al siglo XXI. Lo racional, lo visceral. El cielo y el infierno. El amor y el sexo. Los bufones quieren que salgamos de la monotonía, de la muerte en vida. Que nos atrevamos a salir de lo establecido. Lo conseguimos. Estrenado en la cuarta pared.



PREMIO ESPECIAL DEL PÚBLICO EN EL 1ER FESTIVAL INTERNACIONAL DE DIRECTORES DE ESCENA, "FANTASIO PICCOLI".

1 comentario:

Marina dijo...

Eres genial, sigue así...

Reparto: Ruth Cabeza y Martín Bravo

Reparto: Ruth Cabeza y Martín Bravo

Incitación al Kennedycidio.

Primer montaje de Proyecto Bufo. Dirigido por Arturo Bernal.
Sello indiscutible de calidad y estilo.

Quería hablar sobre la dependencia emocional y las heridas que esto nos provoca. Para hacerlo contó con Antonio Rojano como dramaturgo y con Martín Bravo y Ruth Cabeza como actores. Partiendo de cero y con el paso de los meses se fue fraguando esta creación colectiva que tiene como base los bufones contemporáneos.

'Puede que INCITACIÓN AL KENNEDYCIDIO no sea más que un juego. El juego del amor. O del desamor. Un hombre y una mujer recrean a la pareja, pero con todos los lastres y vicios, cercanos a nosotros. Pero aún esta incitación hacia el crimen es mucho más. Un fiel reflejo de la imposibilidad y, a pesar de todo, de la esperanza que aún tenemos en eso que algunos llaman amor y que otros denominan violencia. INCITACIÓN AL KENNEDYCIDIO también podría ser un melodrama, un thriller político-conspiranoico o una tragedia de venganza con mala leche y poca poesía. Un viaje teatral que nos arrastra de los pelos hacia una parte de la verdad que hay en nuestras relaciones. La verdad capaz de sobrevivir a la locura de dos actores, que afilarán nuestra sonrisa. Recordemos, finalmente, que sólo los débiles y desgraciados pueden humillarnos sin que nos duela. Ya lo decía Aristóteles, ¿o no?'
Antonio Rojano